Incendio en la discoteca BOATE KISS
por Iván Matavera colaborador en nuestra sección “Mirándo Atrás”
Era la noche del 27 de enero de 2013 en Santa María (Brasil, Río Grande do Sul) cuando ocurrió la tragedia que conmovió a la sociedad carioca y a buena parte del mundo. En Santa María, el clima para esos meses suele ser caluroso y con gran humedad. Además, es época de carnaval y para las gentes de Brasil, son días festivos y llenos de alegría. Santa María es una ciudad universitaria y queda ubicada en el estado de Rio Grande do Sul, fronterizo con Argentina y Uruguay. Pero en esa noche de enero de 2013 todo cambió.
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Aquel 27 de enero, a las 2:30 a.m., actuaba el grupo Gurizada Fandangueira. Era habitual que en sus conciertos utilizaran artefactos pirotécnicos para sus shows. Cuando el cantante encendió la bengala o lluvia de plata, ésta prendió en el techo. El techo, para insonorizarlo acústicamente del exterior, estaba recubierto de un material extremadamente combustible e inflamable, espuma de poliuretano. En un primer momento, uno de los músicos intentó apagar el incendio con uno de los extintores que había en la discoteca, pero éste no funcionó correctamente.
Rápidamente, el material acústico combustionó de forma incompleta dando lugar a la aparición del humo formado por gases extremadamente tóxicos: cianuro y monóxido de carbono. En todo edificio, las salidas tienen que estar debidamente señalizadas, pero la discoteca Boate Kiss, incumplía muchas de las normas básicas de protección contra incendios. Disponía de una sola salida, cosa que obligó a los bomberos, a su llegada, a romper uno de los revestimientos de madera de las ventanas de la fachada de la calle Rua dos Andradas, una apertura para acceder al interior. Con la investigación del incendio, se supo que la discoteca tenia los permisos caducados.
¿A qué se debió esa actuación de los bomberos? Simplemente, porque los asistentes que se encontraban en ese momento queriendo evacuar de la discoteca, obturaron y obstaculizaron la única entrada. Las causas pudieron ser la poca o nula visibilidad que tuvieron los asistentes al intentar buscar o encontrar la única salida. Y también las escenas de pánico que pudo haber en el momento de evacuar. De hecho, según algún testimonio del incendio, muchos de los asistentes fueron pisoteados al intentar salir.
Otra de las causas del siniestro, fue la alta ocupación que había en la discoteca en el momento del incendio. El aforo permitido para la discoteca era de 691 personas, pero ese día, el aforo superaba las 1.000 personas. El dimensionamiento de las medidas de egreso, fueron uno de los principales problemas, a parte del aforo o del tipo de material utilizado en ese tipo de instalaciones. Aparte de eso, existen dos versiones de porqué se obstaculizó la salida a los asistentes. En Brasil, la entrada se paga al salir. Por eso, cuando la gente intentaba salir de la discoteca, los vigilantes de seguridad intentaron pararlos impidiendo que se fueran sin pagar. También existe otra versión en la cual, los vigilantes de seguridad, ajenos a lo que estaba ocurriendo en el interior en los primeros instantes, se pensaban que había una pelea y obstaculizaron la salida.
De cualquier manera, con un gran número de personas intentando evacuar por una única salida, el humo fue llenando el local.
El 90% de las víctimas de la discoteca murieron intoxicadas por los gases tóxicos e inflamables.
Algunas de ellas, viendo que en la salida se aglomeraban las personas, intentaron huir por los lavabos, pero fueron encontradas muertas. Las primeras personas que pudieron salir llamaron a los bomberos, los cuales llegaron aproximadamente a las 3:00 a.m. Algunas de ellas, abrieron agujeros en la pared de la calle para poder salir.
Así pues, el balance de la tragedia fue de 242 personas muertas, la mayoría de ellos universitarios de Agronomía y Veterinaria de la UFSM, y unos 124 heridos. Se decretaron tres días de duelo nacional y se suspendieron los carnavales en 22 ciudades de Brasil.
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Iván Matavera
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Profesional y técnico acreditado para la elaboración de planes de autoprotección por la Generalitat del gobierno de Catalunya. Trabaja en el ámbito de la planificación y la gestión de las emergencias desde hace más de 15 años.
Con experiencia laboral en el campo de la protección civil (autoprotección, planes territoriales), informes de evaluación de condiciones de seguridad contra incendio de instalaciones, elaboración y levantamiento de planos en AutoCAD, formación en emergencias y planes de autoprotección, asesoramiento, apoyo y seguimiento en la realización de simulacros, reales o de despacho, entre otros aspectos de la protección contra incendios.
Focalizado también en el comportamiento humano en caso de emergencias, la ingeniería del fuego y el comportamiento del humo y las estructuras.
Actualmente, cursa el Master en Ingeniería y Protección contra incendios en la UNED.