¿Qué se entiende por seguridad de vida y cuál es su relación con la protección contra fuego?

Ante la necesidad y urgencia de atender el reclamo de una autoridad o bien un cliente o desarrollador, que demanda la participación de profesionales entendidos en la materia para buscar una buena propuesta, comúnmente se escucha:

“¿Es necesario instalar un sistema de detección y extinción para este edificio ya construido o proyecto?”

Ante este cuestionamiento, queda clara la intención del interesado en proceder con lo que considera importante o por lo que entiende como solución ideal. Sucede que, ante este criterio, se busca la participación de solo una parte del grupo interdisciplinario que debe atender este requerimiento.

Para profundizar sobre lo mencionado anteriormente y referir que la seguridad de vida se excluye del alcance y, en consecuencia, la solución a contratar quedará incompleta y hasta insegura en materia de protección contra fuego; es importante puntualizar que lo señalado en este artículo está fundamentado en los Códigos y Estándares prescriptivos de la NFPA (National Fire Protection Association). La opinión vertida es de índole personal en función de la experiencia que como Arquitecto consultor en materia de protección a la vida he acumulado. ¡Arquitecto! Sí, solo el título lleva el pensar en muchos campos, pero casi nunca se relaciona con el ámbito de protección contra fuego. ¿Qué sabe de ingeniería? Lo cierto es que debe tener el criterio suficiente para liderar un equipo de trabajo, integrado por ingenieros expertos en la materia, que pueda ofrecer una solución adecuada en materia de seguridad humana y protección contra fuego.

¡Este es el primer aporte en el proyecto! El sistema de seguridad de vida y protección contra fuego nace así. La línea de trabajo del equipo debe considerar el Código de Seguridad Humana, NFPA 101. Es el ABC en materia de protección contra fuego. Este Código se relaciona con los demás Códigos y Estándares dando la base o guía de aplicación para un diseño adecuado. Conviene que piensen los colegas para diseñar e instalar los sistemas activos por sí solos (detección y extinción, entre otros), si no lo han hecho o practicado, que los Códigos y Estándares usualmente referidos como NFPA 14, NFPA 13 o NFPA 72, suponen que los preceptos de NFPA 101 fueron considerados para la adecuada aplicación de los sistemas activos.

Muchas veces he escuchado que el sistema activo es redundante al sistema pasivo. Entiendo por esto que, si el sistema pasivo falla, el sistema activo entra en acción. ¿Qué sucede cuando la protección pasiva no ha sido considerada en forma parcial o completamente? Pues una posibilidad es que se presente un incendio. O bien, pensemos en lo sucedido en incendios importantes como el de la Torre Grenfell en Londres o el de los edificios de apartamentos en Valencia. Productos especificados que no atendieron regulaciones de Códigos o Reglamentos adecuados, que produjeron una tragedia y el sistema activo no pudo actuar.

seguridad de vida

No se debe malinterpretar y pensar que se pretende desestimar la condición de los sistemas activos. Al contrario, se busca darles mayor eficiencia y la posibilidad de controlar un fuego lo más incipiente posible, sin que se pueda presentar dispersión de humo, gases tóxicos y temperatura hacia espacios colindantes o bien que están en un piso superior o inferior. ¡Evitemos un incendio!

Hasta ahora se han abordado dos sistemas involucrados en materia de seguridad de vida y protección contra fuego. Hay un tercero. Este está a cargo del mantenimiento y operatividad de todas las partes y equipos que conforman los sistemas pasivo y activo. Adicionalmente, es el generador de las prácticas necesarias para entrenar al público y personal de una estructura, para lograr una evacuación general o parcial de manera ordenada y en menor tiempo. Los minutos cuentan cuando hay una emergencia provocada por un fuego.

Estos tres sistemas se necesitan para lograr una adecuada solución y, finalmente, una protección del inmueble y sus ocupantes. Resumo lo anteriormente señalado con la siguiente imagen:

protección pasiva

Esta aeronave no es segura si le falta una o las dos alas, tampoco puede operarse si no cuenta con los pilotos. Este es el tipo de integración que se busca cuando se aborda la seguridad de vida y protección contra fuego. El énfasis en este aspecto persigue modificar el criterio de que la protección contra fuego tiene que ver solo con la parte activa y basta.

La labor de análisis, diseño y aplicación ha de hacerse, suponiendo un trabajo basado en la prescripción utilizando principalmente el Código de Seguridad Humana, NFPA 101, mediante la participación de un equipo multidisciplinario con la debida preparación y experiencia, para lograr la integración de los tres sistemas: pasivo, activo y los protocolos.

Se desea continuar haciendo énfasis en el primer sistema (pasivo) porque se asume que es comúnmente conocido que el sistema activo engloba principalmente la detección, alarma y extinción de fuego; y que el requerimiento de los protocolos contenga, entre otras cosas, el plan de mantenimiento y las asignaciones de los programas de seguridad de vida, ocupacional y de higiene.

nfpa 101 2024

El Código de Seguridad Humana NFPA 101 es el ABC en materia de protección contra fuego. Aclaro esto porque no se le reconoce como tal y es el que organiza lo necesario para contar con una estrategia prescriptiva mediante la cual se logre una solución integral adecuada. En términos generales procura una solidez básica del sistema estructural del edificio para garantizar su estabilidad ante el fuego y para brindar el tiempo para atender el evento de forma temprana o bien proveer el tiempo necesario para una evacuación, parcial o general, del público.

El proceso para utilizar el Código es simple. La persona interesada en utilizarlo debe iniciar su labor en los capítulos de las ocupaciones: del 12 al 42 y pueda que se emplee el 11 si es una estructura especial o edificio de gran altura. Se debe clasificar y mostrar, en cada planta del edificio en revisión o proceso de diseño, cuáles están presentes y aplicar el contenido del capítulo de ocupación en forma individual a cada sección de la planta.

El Capítulo 6 Clasificación de las ocupaciones contiene las definiciones para identificar cada tipo de ocupación y el cuadro requerido para la incorporar la compartimentación (resistencia al fuego requerida para paredes y losas de entrepiso) entre las ocupaciones y también la forma de proteger ambientes que contengan materiales peligrosos o de riesgo elevado. A partir de esta clasificación se desarrolla el diseño o la revisión del inmueble.

Cada capítulo de ocupación presenta sus requisitos siguiendo un orden uniforme, lo que facilita su consulta y cumplimiento. En primer lugar, se encuentran los requisitos generales establecidos en el Capítulo 4, tales como la integridad estructural, los requisitos mínimos de construcción, la obligatoriedad de disponer al menos de dos medios de egreso, la protección de aberturas verticales y conductos, así como los protocolos correspondientes.

La sección de Requisitos Mínimos de Construcción orienta a ingenieros en estructuras y arquitectos a seleccionar adecuadamente el sistema estructural y la protección mínima contra el fuego. Algunas ocupaciones tienen requisitos específicos según la ubicación de cada ocupación en el inmueble, dependiendo si requiere rociadores o no, para que esté en nivel adecuado y limita el área por piso y la altura total del edificio. De esta forma el Código se enlaza con la NFPA 220 y la NFPA 5000.

Cada capítulo de ocupación incluye la información para atender o revisar los medios de egreso y provee los datos para diseñar o revisar las partes del medio de egreso (acceso a la salida, la(s) salida(s) y la descarga de la salida). También son considerados los componentes del medio de egreso: corredores de acceso a la salida, puertas, cerraduras, rampas y escaleras. Para cada tipo de ocupación, en forma muy general, hay un factor de carga de ocupantes que debe utilizarse con el área bruta o neta de cada ocupación para calcular la carga total de ocupantes por piso.

señal de salida

La carga total de ocupantes se utiliza para calcular la capacidad de cada componente del medio de egreso: cantidad de salidas, ancho mínimo requerido, las distancias de recorrido límite, el apartamiento entre las salidas, áreas de refugio, salidas horizontales, pasadizos de salida y la capacidad de cada componente.

En el Capítulo 7 Medios de Egreso, se detallan los requisitos relacionados con estas partes del edificio y en la sección 7.10 se encuentra la rotulación necesaria para los medios de egreso y el tipo de carteles requeridos que deben ser listados (UL294), así como también detalles para la iluminación de emergencia. Observe en la imagen que incluye el uso de las flechas tipo Chevron.

Otro aspecto que busca regular el desarrollo del fuego y dispersión de humo es la compartimentación. Anteriormente, con relación al Capítulo 6 se señaló que entre las diferentes ocupaciones y los sitios de contenido peligroso hay barreras cortafuego o cortahumo y losas resistentes al fuego. Estás últimas deben además evitar el paso de una cara a la otra de 140 ºC grados de temperatura. 

El Capítulo 8 Aspectos de la Protección Contra el Fuego, mediante compartimientos y la defensa de los espacios de comunicación vertical (atrios y mini atrios). Requiere el uso de sistemas de cortafuegos, conjuntos de montaje de puertas y ventanas clasificadas con resistencia o protección contra el fuego según sea el caso y los requisitos para el uso de mezanines. Para los ambientes que contienen productos peligrosos o de riesgo elevado hay condiciones para el uso de los sistemas activos.

Es una condición conocida por los profesionales del gremio que, los materiales sintéticos utilizados en las construcciones generalmente tienen un tiempo de combustión muy corto, que liberan humo tóxico y una temperatura que puede acabar con la vida de los ocupantes. Por lo tanto, es importante controlar el uso de materiales peligrosos y de rápida combustión mediante la atención de los requisitos normados de quemado de superficie, combustibilidad y emisión de gases tóxicos. Este cumplimiento es considerado en el uso de otros estándares de NFPA relacionados, principalmente en los ocupados para los sistemas de extinción del fuego.

El capítulo que tiene requisitos con relación al párrafo anterior es el 10 Acabados interiores, contenidos y mobiliario. La necesidad de controlar la propagación de la llama y la dispersión del humo/gases tóxicos ha hecho crecer este capítulo. La especificación de la mayoría de los acabados y contenidos combustibles tiene requisitos a cumplir y se debe analizar los productos mediante los ensayos realizados por un laboratorio certificado de terceros. Los materiales debidamente ensayados es usual que presenten un conjunto de montaje certificado con los elementos y requisitos para ser instalados debidamente, evitando así el efecto que producen y conseguir un comportamiento de resistencia ante el fuego. Por lo tanto, pósteres, cortinados, muebles, colchones, rodapiés y otros accesorios, aislantes, cielorrasos y muchos productos más deben ser revisados antes de incorporarlos al diseño o de permitir su permanencia en edificios bajo revisión.

Para el arquitecto está lo necesario para seleccionar el producto adecuado que no incremente la carga de fuego o bien, no contenga una toxicidad importante que pueda afectar la salud de los ocupantes. Los sistemas de extinción dan por supuesto que estas condiciones han sido consideradas para definir el tipo de riesgo a controlar. Es importante enterar al lector que, si el producto tiene una clasificación de CLASE A ante el comportamiento de quemado de su superficie tiene además que presentar su comportamiento ante el ensayo conocido como fuego a escala y estar debidamente listado. Si no se demuestra lo anterior es mejor no especificar su uso o bien retirarlo del edificio en revisión.

Una vez incorporadas las condiciones anteriores en el proyecto o verificada su existencia en el edificio que se investiga, finalmente cada capítulo de ocupación indica los sistemas activos a utilizar. El Capítulo 9 Instalaciones en los Edificios (sistemas activos), bajo el entendido que la protección pasiva ha sido considerada hasta este nivel del proceso, especifica cada sistema activo a diseñar e instalar según el tipo de ocupación clasificada. De esta forma, el usuario del Código es dirigido del capítulo de ocupación al Capítulo 9, donde encontrará los enlaces hacia cada estándar a utilizar para el diseño o la revisión de una instalación: detección, alarma y anunciación, y sistema de extinción.

Cada capítulo de ocupación en su sección Características Operativas (Ejemplos: sección 12.7.6 o 14.7), están los lineamientos para los protocolos de atención ante emergencias y prácticas de simulacros, entre otros. Este sistema se atiende especialmente por los profesionales que reciben un edificio con protección pasiva y activa integrados, de lo contrario se presentarán condiciones de riesgo importante pues el edificio es vulnerable ante el fuego y otras incidencias. 

 

Hasta esta parte del proceso se llega a definir la protección activa o los protocolos. De aquí el interés de este artículo de evidenciar que se han omitido requisitos muy importantes que deben ser considerados siempre al momento de realizar un diseño o la revisión de cumplimiento en un edificio ya construido. El objetivo de mostrar que la protección pasiva es el primer nivel de conocimiento y el primer paso que contemplar en el diseño o en una revisión y, si el profesional a cargo del sistema activo no ha considerado este aspecto, la recomendación es que atienda el asunto con el arquitecto o profesional a cargo.

Así se completa la labor de los profesionales en seguridad contra incendios, garantizando un enfoque integral y efectivo en la protección de vidas y bienes. Mencionar simplemente la seguridad de vida y solo diseñar e instalar los sistemas activos no es garantía de lograr una seguridad razonable. La seguridad no acontece por casualidad, hay que procurarla y el primer paso se configura con el contenido de este artículo.

Por último, un comentario adicional para ser valorado es que existe la necesidad de que la(s) Autoridad(es) Competente(s) o con jurisdicción también consideren estos aspectos. El no contar con una memoria de diseño y una sección de planos de construcción con esta información hace que los visados para los permisos no sean adecuados. Es importante que la primera AHJ que revise estas condiciones sea el Cuerpo de Bomberos y no entidades estatales que también están en el proceso y no tienen el conocimiento, porque no es su campo de acción, para dar un visado previo. Estas recomendaciones deberían ser evaluadas por las autoridades competentes y reflejarse en el marco legal de cada país, a fin de garantizar procesos adecuados y seguros para la aprobación de permisos de construcción.

Hernán A. Hernandez

Arquitecto propietario HERIEL SA

Experiencia profesional

El autor es arquitecto consultor de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Centroamérica (UACA) y posee 40 años años de ejercicio de la profesión. Su trabajo se ha centrado en proyectos de protección de la vida contra el fuego, especialmente en ocupaciones de cuidado de la salud y sistemas de protección pasiva.
 
Está incorporado al Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos de Costa Rica, es representante y coordinador de la Comisión parietaria y permanente de seguridad de vida y protección contra incendio.
 
Es miembro de la National Fire Protection Association y de la Sección Salud de la NFPA desde 2006.
 
Ha desarrollado su actividad en su país, Costa Rica, y ha realizado consultorías para empresas de México, Ecuador, Panamá, Estados Unidos, Canadá y España, actuando como director de proyecto, diseñador de sistemas e inspector.
 
Actualmente es docente de los seminarios NFPA para Hispoanoamérica y colabora como revisor de la traduccion del Código de Fuego 1 y Código de Seguridad Humana 101

LinkedIn: www.linkedin.com/in/hernan-a-hernandez-870b0318/

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