Optimizar la Detección de Incendios en Aplicaciones Sanitarias

Optimizar la Detección de Incendios en Aplicaciones Sanitarias

 

Introducción

En los últimos años han ocurrido varios incendios de envergadura en hospitales de América Latina, siendo alguno de los casos más recordados el caso del Hospital Calderón Guardia en Costa Rica, en el que fallecieron 21 personas, o el evento ocurrido en el Hospital Badim en Rio de Janeiro, donde ocurrieron 11 fatalidades.

 

 

Las consecuencias asociadas a un incendio en un hospital pueden ser devastadoras, no solo por el riesgo inminente de las llamas, sino porque muchas veces es necesario trasladar pacientes que no están en condiciones para ser movidos, lo cual los pone en una situación de vulnerabilidad grave.

 

La capacidad de percibir una alerta, la falta de movilidad y la alta dependencia a equipos fijos para el soporte vital tienen obvias implicaciones para el bienestar de los pacientes en el caso de un incendio (Charters 1996).

 

De acuerdo con estudios de NFPA y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), algunas de las principales causas de incendios en las instalaciones sanitarias son las fallas eléctricas y en equipos médicos, así como las fallas en equipos de cocina. Al ser lugares de alta concentración de personas, es importante que se aborde el riesgo de incendios de una forma holística, en la que se combinen medidas activas, pasivas y procedimientos para minimizar lesiones y fatalidades.

 

Por su tamaño, los hospitales modernos tienden a tener mayor cantidad de pacientes y las distancias de descarga son mayores, por lo que la prevención de incendios y el análisis de riesgos del edificio son esenciales (Rahmanii y Salem, 2018).

Entre las medidas de protección activa que se pueden tomar se encuentran los sistemas de detección y alarma de incendios. Estos se deberían diseñar con la filosofía de dar alerta temprana, y servir como guía para la evacuación efectiva de los ocupantes.

 

Sistemas de Alarma y Detección para Hospitales

El objetivo de la implementación de sistemas de detección y alarma de incendios es proveer medios para la rápida y confiable detección de un incendio en su etapa incipiente, y dar alerta para iniciar la evacuación de un compartimento, o del edificio completo, de forma ordenada y rápida.

Los sistemas de detección deben diseñarse para:

  • Protección de la vida humana.
  • Minimizar los daños a la propiedad.
  • Garantizar la continuidad de negocio.

 

Como se ha analizado previamente, existen variados riesgos de incendios en los hospitales y es necesario que el sistema de detección y alarma se pueda adaptar a las necesidades de las áreas riesgosas y pueda dar alerta efectiva a los ocupantes.

 

Errores comunes en el diseño de sistemas de detección en hospitales

En la actualidad, es más común que los administradores de predios hospitalarios estén abiertos a implementar sistemas de detección y alarma en sus instalaciones, sin embargo, aún prevalece el peligroso concepto de “aquí eso no va a pasar”, por lo que en muchas ocasiones se terminan diseñando sistemas que no ofrecen la cobertura requerida, no son capaces de alertar de forma eficaz a los ocupantes o que simplemente se abandonan por la cantidad de alarmas no deseadas.

No siempre es un tema de costos, porque he sido testigo en más de una ocasión en que se publican licitaciones de sistemas muy caros, que siguen los criterios prescriptivos que se aplicarían en un edificio de ocupación genérica, y no se escogen tecnologías adecuadas para los tipos de riesgo específicos de los hospitales.

El error más repetitivo al momento de diseñar e instalar un sistema de detección de incendios es la selección equivocada del tipo de detector para la necesidad específica del área a proteger. No es lo mismo proteger una oficina, que un quirófano o una sala de imágenes médicas.

Otro error, también asociado a la mala consideración del tipo de ocupación, es el de diseñar el recorrido de las estaciones manuales, así como de los dispositivos de evacuación como si se tratase de un edificio de oficinas.

 

Las lógicas de evacuación de los hospitales son extremadamente complejas, por lo que la ubicación y selección del tipo de dispositivos debe hacerse considerando todas las necesidades de cada área, y luego de la elaboración del protocolo de evacuación del hospital.

 

 

Muchas veces en hospitales de gran tamaño se prevén áreas protegidas con muros y puertas cortafuego, con todos los equipos necesarios para la supervivencia de los pacientes de cuidados intensivos, a las cuales se trasladan los pacientes que no pueden ser evacuados fuera del predio por el riesgo a su vida o la gravedad de su condición. En estos casos debe planificarse la ubicación de los dispositivos de notificación de tal forma que puedan guiar tanto al personal médico encargado de los pacientes más vulnerables, como al público en general.

También suele considerarse erróneamente que las zonas de servicio del hospital son similares a las de otros tipos de ocupaciones. Al no proteger adecuadamente estas áreas, en las que el riesgo es considerablemente mayor, se está poniendo en peligro la vida de muchas personas.

 

Es importante tomar en cuenta que en los hospitales los riesgos de incendio se intensifican por el tipo de equipos y materiales que se usan, así como la presencia de zonas con altas concentraciones de oxígeno y gases médicos. Incluso, las zonas de manejo de desechos son mucho más riesgosas que en un hotel, por ejemplo.

 

También suele considerarse equivocadamente que los sistemas de ventilación de un hospital son comparables a los de otro tipo de edificios. La necesidad de aire no contaminado, la presencia de oxígeno en concentraciones más altas de las normales y los tipos de compartimentación para evitar la propagación de patógenos presentan retos inusuales para los diseñadores.

 

Entonces, ¿Qué hacer?

El primer paso lógico sería realizar un análisis de riesgos de cada una de las áreas del hospital, en el que se analicen las cargas de fuego, los tipos de materiales y equipos que se encuentran en ésta, las protecciones pasivas con las que se cuenta y el tipo de ventilación del área.

La siguiente recomendación sería combinar las guías prescriptivas de los códigos internacionales, con un enfoque por desempeño. Sin embargo, hay algunas recomendaciones específicas que se pueden hacer dependiendo del tipo de área.

Áreas comunes, lobby y zonas de espera: En estos lugares la carga de fuego suele ser baja, y muy poca presencia de equipos electrónicos. Para estas zonas se recomienda el uso de detectores fotoeléctricos (ópticos).

Habitaciones de Recuperación de Pacientes: Como se mencionó anteriormente, en las habitaciones de pacientes existe una mayor carga de fuego y equipos médicos costosos. El IFC indica que las habitaciones deben estar selladas para evitar el escape del humo a las zonas contiguas y confinar el incendio a la habitación de origen. Por esta razón es necesaria una alerta temprana, pero a la vez confiable, ya que una alarma no deseada puede poner en riesgo la vida del paciente. Para esta zona se recomiendan detectores multicriterio que puedan ajustar su sensibilidad. La entrada en vigor del estándar  UL 268 7ma edición abre muchas nuevas opciones para los diseñadores.

 

 

Estaciones de Enfermería: Las estaciones de enfermería son sensibles a un incendio ya que tienen equipos de comunicación, y aquí es posible encontrar información y registros médicos importantes. Al igual que en las habitaciones de pacientes, se recomienda sensores multicriterio.

Zonas de Refugio por Piso: Al igual que en el caso de las habitaciones de pacientes, en estas zonas es necesario mantener una alerta temprana y confiable. Se recomienda los detectores multicriterio.

Cuartos de equipos, generadores, compresores de aire médico y distribución eléctrica: En este tipo de área es necesario garantizar alerta temprana y minimizar las alarmas no deseadas. Al ser zonas críticas para la operación del hospital, el sensor debe ser capaz de monitorear el ambiente y ajustarse a las condiciones del lugar. Se recomienda sensores multicriterio combinados con detección de CO.

Áreas de Resonancia Magnética, Rayos X y Tomografía: Por la naturaleza de los equipos médicos que se encuentran en estas áreas y la radiación electromagnética que generan estos equipos, los detectores de humo normales no pueden estar ubicados a menos de 3m de distancia del equipo. Si esto no es posible, se recomienda la instalación de sensores de aspiración que proveen alerta extremadamente temprana. La unidad detectora debe encontrarse fuera del área de influencia del equipo médico.

Laboratorios y zonas de preparación: En estas zonas es posible encontrar almacenamiento y manipulación de considerables cantidades de líquidos inflamables, por lo que es necesaria una alerta temprana. Si el área no requiere esterilización, es posible el uso de sensores fotoeléctricos regulares. La recomendación sería el uso de sensores multicriterio.

Cocina y zonas de preparación de alimentos: A partir del año 2021, la UL 268 7ma edición y la  NFPA 72 van a requerir que las zonas de cocina se protejan con detectores de humo, en vez de los detectores de temperatura que regularmente se especificaban en las mismas. Sin embargo, el ambiente es propenso a alarmas no deseadas, por lo que se recomienda el uso de detectores que cumplan con la UL 268-7, ya que éstos son capaces de reconocer el vapor de agua del humo real. El sensor debe estar instalado a no menos de 3m de las estufas.

Sala de Cuidados Intensivos: En este ambiente es posible encontrar atmósferas ricas en oxígeno, así como una gran variedad de equipos médicos costosos, por lo que es necesaria la detección del incendio en etapa incipiente, minimizando en lo posible las alarmas no deseadas. Si el área no requiere desinfección completa, es posible utilizar los sensores multicriterio con tecnología Dual Ray. Si el área requiere limpieza profunda, una opción pueden ser los detectores del tipo invisible con detección de CO incorporada. Dependiendo del tipo de cuidado que se provee, es recomendable usar también detección por aspiración.

Quirófanos: Las salas de operación son especialmente sensibles a incendios por la cantidad de material plástico, equipos de protección personal y equipo médico existente, combinados con atmósferas ricas en oxígeno y la presencia de gases médicos que pueden actuar como oxidantes. La mayoría de los incendios en quirófanos no pasan de la etapa incipiente, pero los daños en los equipos médicos pueden ser costosos y catastróficos por lo que la alerta temprana es crítica. Para este tipo de aplicación se recomienda el uso de detección de humo por aspiración. Dependiendo del nivel y tipo de intervenciones, es posible también el uso de sensores del tipo invisible, con el accesorio que lo vuelve IP66.

Sistemas de Aire Acondicionado HVAC: Como fue mencionado anteriormente, en los hospitales es extremadamente importante el control de los sistemas de ventilación y la implementación de medidas de control de humo y compartimentación, incluyendo dámper y ventiladores de presión positiva. Para este tipo de aplicación se deben usar sensores para ducto, con su carcasa correspondiente y la conexión con los actuadores que activan los dámperes y llevan señales al sistema de control de humo.

 

Rutas de Cableado de los Sistemas de Detección y Alarma de Incendio

Todos los recorridos de cableado para los sistemas de protección contra incendios deben cumplir con las recomendaciones de seguridad de la NFPA 70 y la IEC 60601. Asimismo, deben tomarse en cuenta la guía de la NFPA 72.

Entre éstas tenemos las siguientes:

  1. Las zonas o compartimentos de incendio no deben exceder los 1000 m2. En caso de que en un mismo piso o área exista más de un compartimento de incendio, separado por paredes o puertas con resistencia al fuego, estas deben considerarse como zonas de incendio independientes. Cada zona debe estar servida por, al menos, un módulo de aislamiento.
  2. En edificios hospitalarios, los circuitos de detección y notificación deben ser Clase A para las zonas de servicio y de cuidados generales, y Clase X para las zonas más críticas.
  3. Las redes de amplificadores y control del sistema de evacuación por voz y redes de paneles FACP deben ser Clase N.
  4. Los circuitos que sirven las puertas cortafuego deben ser Clase D.

 

Todos los circuitos relacionados con los sistemas de protección contra incendios deben tener una protección (Survivability Level) Nivel 2, es decir, que el conjunto de cableado y ductería debe ser resistente al fuego por, al menos, dos horas. En hospitales ubicados en edificios de gran altura es posible que sea necesario que los circuitos tengan protección Nivel 3.

Conclusión

Como se ha mencionado a lo largo de este texto, las necesidades y los riesgos asociados a un predio hospitalario son muy diferentes a la de otros tipos de ocupación más genéricos. Mal haría un diseñador o consultor en abordar un proyecto de este tipo, como si fuese un edificio de oficinas, por ejemplo.

 

Es necesario que se analice muy detalladamente cada zona del predio y se identifiquen adecuadamente las posibles causas de incendio para luego seleccionar la tecnología de detección más idónea de acuerdo con el tipo de riesgo.

 

Finalmente, antes de empezar a sembrar sensores, estaciones manuales y dispositivos de notificación, es importante que los diseñadores y quienes van a implementar el sistema tengan una comunicación abierta, transparente y fluida con cada una de las partes interesadas. Es clave entender las necesidades y procedimientos de cada área, y actuar en concordancia.

Como en todos los casos, el sistema debe ajustarse a las necesidades del usuario, y no el usuario adaptarse a un sistema rígido y genérico.

 

 
Ing. Iván Paredes Tamayo
Gerente Nacional de Ventas 
Sistemas de Seguridad y Audio Profesional
Brand Ambassador
Former Firefighter
[email protected]

 

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