Los sistemas de protección contra incendios eliminan la necesidad de la llegada de los bomberos.
Es un enunciado que me ha perseguido toda la vida. Y la respuesta es clara y simple:
No lo eliminan.
No sé porque misterio muchos propietarios y desarrolladores de proyectos no desean “depender” de la respuesta de los bomberos en caso de un incendio.
Todas las normas de la NFPA National Fire Protection Association se han desarrollado contando con la intervención de los bomberos, casi todas en el momento final, para cerrar el trabajo; por lo que tienen como objetivo no solo reducir el riesgo sino también facilitar el trabajo de los bomberos, disminuyendo también la amenaza de que uno de ellos pierda la vida.
He estado estudiando el caso de las muertes de bomberos en los Estados Unidos por los últimos 23 años, y no he podido identificar, luego del 11/09/01, una sola muerte de un bombero en un fuego estructural donde la edificación esté 100% protegida con un sistema contra incendios que cumpla con las normas de la NFPA. Lo sistemas contra incendios están diseñados en primer lugar para salvar vidas, incluyendo la de los bomberos.
Los rociadores automáticos siempre han sido diseñados para contener el incendio (hasta la llegada del rociador ESFR, desarrollado por FM e introducido al mercado en el año de 1989) por lo que es necesario la intervención de bomberos para terminar de extinguir el mismo.
NFPA 13, Norma para la Instalación de Rociadores requiere que los sistemas de rociadores automáticos tengan una conexión al departamento de bomberos, como respaldo de la bomba contra incendios, al igual que NFPA 20, Instalación de Bombas Estacionarias de Protección contra Incendios (2019) requiere que se planifique con el departamento de bomberos la ubicación del cuarto de bombas; por solo citar dos normas.
Los sistemas contra incendios están diseñados para salvar vidas y facilitar el trabajo a los bomberos, reduciendo el riesgo de perder su vida en la heroica labor de extinguir incendios
Protección contra incendios activa no requiere protección pasiva.
Uno de los temas eternos de discusión en Latinoamérica es como nos enfocamos en la protección contra incendios activa y nos olvidamos de la pasiva.
Antes de entrar al tema debemos definir qué es una protección activa y qué una pasiva.
Protección activa: son los medios, sistemas y dispositivos que actúan cuando hay un incendio ya sea notificando o extinguiendo el mismo.
Protección pasiva: Son los medios o elementos que sirven para evitar que se produzca un incendio o que éste se propague (contenerlo). No dependen de la interacción humana ni de ningún elemento mecánico. Entre estos elementos podemos encontrar: los muros corta fuego, las puertas con resistencia al fuego, los sellos, entre otros.
En nuestra región, hemos avanzado velozmente en la instalación de todo lo relacionado con la protección activa (bombas contra incendios, sistemas de rociadores automáticos, agentes limpios, entre otros), pero lamentablemente hemos dejado atrás la protección pasiva, lo que representa un grave error. Las normas NFPA requieren ambos sistemas de protección, no existe una norma que dado que tengas un sistema instalado anule al otro.
Para poder alcanzar el nivel mínimo requerido de protección, es indispensable que se provean ambos elementos, activos y pasivos. Siempre decimos que es como un avión que necesita dos alas para volar. La protección contra incendios tiene que ser íntegra y abarcar todos los elementos que señalan las normas
Extintores tipo “vejiga” es una manera correcta de proteger contra incendios a muy bajo costo.
Uno de los errores que cometemos en la protección con gases es desconocer que solo hay dos maneras de hacerlo: por inundación total y por descarga focalizada.
Inundación total: el local o recinto a proteger se inunda completamente de gas, sin importar donde se ha originado el incendio, por una concentración previamente diseñada. Esta concentración debe mantenerse por un tiempo específico. Un ejemplo, son los sistemas de agente limpio o gases inertes.
Descarga focalizada: Es cuando la descarga se produce de manera especifica en el lugar donde se está produciendo el incendio; ejemplo de esto son los extintores automáticos y algunos sistemas de CO2.
Por lo general, los extintores tipo vejiga se colocan en la parte superior del cuarto, activándose por medio de un rociador automático, que no está listado para ese uso, dando una falsa percepción de protección, que estadísticamente es peor que no tener protección.
En mi experiencia personal conozco varios casos en que se han producido incendios, aún con estos dispositivos instalados, que “obviamente” no responden de la manera esperada.
Siempre que vas a diseñar o instalar un sistema contra incendios, trata qué este cumpla cabalmente con los requerimientos de las normas de la NFPA, es la única manera de reducir el riesgo de incendios causa de grandes pérdidas a personas y/o bienes materiales.
Los productos “listados” hacen que un proyecto sea más costoso.
Primero debemos definir que es un producto o equipo listado. De acuerdo con la NFPA, es aquel que se encuentra incluido en una lista publicada por una organización que es aceptable a la autoridad competente y que por medio del listado establece que ha sido probado y evaluado de manera periódica, considerándolo apto para un propósito específico. NFPA por lo general requiere que todos los dispositivos y/o elementos que tienen mayor relevancia en un sistema contra incendios sean listados. Es decir, es una garantía, validada por un tercero que certifica que dicho componente va a tener una mínima posibilidad de fallo, por lo que eleva el nivel de seguridad del sistema.
Hoy en día hay muchos dispositivos, materiales y piezas que son listados y tienen un precio igual o inferior a elementos no listados, como es el caso de los acoples mecánicos para sistemas de rociadores automáticos. En los Estados Unidos, una gran parte de las tuberías de acero para sistemas de A/C se usan listadas para incendios, por su precio y confiabilidad.
Otro aspecto muy importante, es el costo indirecto al usar un producto no listado, en función de las consecuencias que esto puede traer al fallar y que el sistema contra incendios no responda de la manera adecuada.
Las normas ISO equivalen a las normas NFPA.
Las normas ISO son un conjunto de estándares con reconocimiento internacional que fueron creados con el objetivo de ayudar a las empresas a establecer niveles de homogeneidad en relación con la gestión, prestación de servicios y desarrollo de productos en la industria.
Las normas ISO se enfocan más en los procesos, las normas NFPA se enfocan en requerimientos que debe cumplir un sistema; en el resultado, no en los procesos. Por ejemplo, una bomba contra incendios debe descargar un 150% de su caudal y la presión no bajar del 65%. La norma no indica como conseguir eso, solo nos da el criterio de cómo conseguirlo.
Las normas NFPA son normas de consenso, es decir, todas las instituciones que tienen de alguna manera relación con la norma van a estar representadas en el comité encargado de revisar y actualizar dicha norma; esto hace que sea un documento balanceado y equilibrado, que no se incline ni favorezca hacía ningún sector en particular.
Por eso es muy importante dejar establecido que no son normas equivalentes ni vinculantes, lo que significa que una no invalida la otra y viceversa.